El caso del vuelo de Transaven sigue dejando al descubierto el vergonzoso estado de la aeronaútica venezolana. Hoy “El Nacional” publica una aterradora versión de la muerte del copiloto Osmel Avila.
Los familiares de las personas desaparecidas en el avión siglas YV2081 de Transaven, desaparecido el 4 de enero, contactaron a representantes de la Organización Nacional de los Espacios Acuáticos (ONSA) para iniciar una búsqueda privada de la aeronave. Los miembros del grupo no gubernamental esperan la aprobación de los parientes para iniciar las acciones.
Luis Guillermo Inciarte, secretario del Consejo Permanente de ONSA, dijo que el método utilizado para el rastreo será escogido por los parientes de las víctimas de acuerdo con una serie de propuestas que se le presentaron: “Se hará con empresas especializadas que realizan esas labores y nosotros aportaremos nuestros conocimientos técnicos. En Venezuela no hay algunos de los equipos necesarios“.
El trabajo permitirá identificar el sitio donde está el bimotor. No descartan que el YV2081 esté a menor profundidad de la estimada, 1.000 o 1.500 metros en el lecho marino.
Inciarte y el equipo de investigación presumen que el copiloto Osmel Alfredo Ávila Otamendi, de 37 años de edad, cuyo cadáver fue rescatado el 13 de enero, en Adícora, Falcón, logró salir por sus propios medios de la aeronave por la puerta de emergencia, infló el salvavidas y permaneció en la superficie.
Es posible que debido a los politraumatismos que sufrió y a una posible hemorragia interna haya fallecido 12 horas después del siniestro.
A esta conclusión llegaron luego de examinar el reloj Casio con esfera azul, que tenía la víctima. “El cadáver nunca se sumergió y esto lo evidencia el reloj que está en perfectas condiciones y sigue funcionando. Esa prenda tiene una capacidad de aguante menor a los 5 o 10 metros de profundidad“, explicó.
Inciarte y los investigadores presumen que no hubo patrones de búsqueda lógicos y que las labores de rastreo se enfocaron a buscar en el mismo lugar durante los operativos realizados, sin tomar en cuenta las corrientes marinas.
Explicó que por eso los familiares de los venezolanos que iban en el bimotor buscaron asesoría privada.
A las 9:38 am, el piloto Esteban Bessil reportó a la torre de control que los motores tenían problemas y que amarizaría. El capitán de una de las primeras aeronaves que sobrevoló el sitio dijo que había visto una pequeña mancha de aceite, que luego desapareció. Inciarte manifestó que una vez localizado el LET 410 habría que analizar los tanques para determinar si tenían suficiente combustible o si éste estaba mezclado con agua.
Fuente: Noticias24
2 comentarios en esta entrada ↓
1 Joao // Feb 24, 2008 a las 7:43 am
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2 gatta // Ene 27, 2009 a las 10:21 am
por favor publiquen mas informacion sobre este caso, gracias
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